Por qué lo público es una mierda (y convencer a cualquiera de ello)
Himar Almeida
¿Por qué el Estado es ineficiente? Porque puede.
Y es que todos tenemos ese amigos de izquierdas que lo quiere agrandar aún más. Un pequeño paso para hacerles entrar en razón es hacerles ver esa naturaleza despilfarrante del Estado, la cual si se les explica con empatía, cero arrogancia y amabilidad, les podrá hacer entrar en razón. Para ello hay una serie de argumentos y herramientas que deberemos exponerles con amabilidad.
En el artículo de hoy:
Un repaso a los argumentos
La tabla de Milton Friedman
Cómo convencerlo sin fallar en el intento
Antes de comenzar,
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Un repaso a los argumentos
Si queremos convencer a alguien de algo, tenemos que saber del tema, y mientras más empapados estemos mejor.
Para saber por qué el Estado es ineficiente, podemos ver dos argumentos principales:
No tiene información suficiente: Tiene el problema de la falta de cálculo económico al no haber precios en el sector público, además de que no se puede saber qué quiere cada individuo en cada momento del espacio y del tiempo. Lo mejor para eso es el individuo actuando en un mercado descentralizado.
No tiene incentivos suficientes: El Estado no tiene ánimo de lucro económico (es decir tener que vender un buen producto/servicio para generar un beneficio) ni amenaza de pérdidas (bajar costes, economizar). Además que surgen incentivos perversos como colocar a gente inútil en altos cargos, o hacer contratos que no hacían falta para ganar votos.
Para profundizar en estos temas, les recomendamos nuestro vídeo dedicado en exclusiva a este tema, el cual pueden ver tras terminar de leer el correo, ponemos el enlace al final del correo.
La tabla de Milton Friedman
Aunque Milton Friedman era un socialista en lo monetario al defender la banca central, tenía un poco de sangre liberal. Contribuyó a las ideas de la libertad, sí, como la tabla de arriba.
Esa tabla explica que pasa con la información y los incentivos que se tienen al gastar dinero propio o ajeno, en uno mismo o en otros.
Haciendo un poco de spoiler, el dinero se administra mejor y es más acertado gastarlo en el cuadro de arriba a la izquierda, (mi dinero en mí mismo), siendo una semejanza perfecta con el sector privado. El dinero se administra de la peor manera en el cuadro de abajo a la derecha (el dinero de otros en otros), lo cual es una copia exacta del sector público.
Esta tabla es un recurso SÚPER ÚTIL para pintársela a cualquiera que no entienda mucho de estas cosas, y casi al 100% que estará de acuerdo. Yo se la puse a un amigo de Texas y lo convencí easy, y eso que votó a Trump (un estatista más). Además en un ejercicio súper divertido y que te hace ver como un genio.
Cómo convencer sin fallar en el intento
Si no puedes dibujarle la tablita, al hablar muchas veces con alguien con una ideología política distinta, la conversación se convierte en uno contra el otro, no los dos juntos contra el problema. Para hacer este apartado, hemos revisado recursos literarios como “12 reglas para vivir” de Jordan B. Peterson o “Cómo ganar amigos e influir sobre las personas” de Dale Carnegie para que tengas una conversación productiva, de buen rollo y eficiente, no cómo el Estado.
Hemos resumido los puntos a tener en cuenta para que las probabilidades de hacerle ver el problema aumenten:
Ser humilde → Nunca decirle que está equivocado, de hecho, admitir antes de empezar que tú mismo podrías estarlo, y de hecho te equivocas muchas veces.
Conectar con sus ideas → Hacer ver que lo que estás diciendo conecta con ideales suyos. Por ejemplo menos despilfarro económico, significa que, el dinero que sí se usa, es más útil. La mayoría de dinero público viene de clases obreras y trabajadoras, que si no se usase, ellos lo podrían usar para mejorar su calidad de vida.
Prueba social → Comentar que muchas personas, al escuchar estas ideas, han cambiado su opinión. No imponer, solo dejar caer.
Ejemplos exactos → Guarda este correo como ejemplo, pero ejemplos exactos y precisos dan credibilidad al argumento, y hay más miles de ejemplos allá fuera, probablemente tengas uno en tu mismo ayuntamiento.
Voz de locutor de radio nocturno → Está comprobado que lo que decimos importa mucho menos que cómo lo decimos. El mismo discurso que les hará más o menos efecto según cómo lo digas. El experto en negociar con rehenes del FBI Chris Voss comenta cómo para ser más persuasivo, debemos hablar con calma, un tono de voz sin alzas ni bajas, estable. Como si fueras un locutor de radio a las 2 de la madrugada.
Principio de pareto → Escucha más que hablas, y así el interlocutor estará más abierto a escucharte a ti.
No etiquetes → Aunque yo lo hago a veces, decirle zurdo o socialista a tu amigo no ayuda. De verdad que no.
Adjuntamos aquí el vídeo donde profundizamos en la ineficiencia del sector público, y no olvides dejar tu pedazo de like que nos ayuda a ganar dinero 🤑.



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